En gran medida la creatividad es tanto cuestión de aplicar una u otra de las muchas técnicas que existen, como de actitud.
La actitud creativa es algo que se puede entrenar, como cualquier otra disciplina.
La actitud creativa consiste en negarse a transitar necesariamente por las avenidas del pensamiento tradicional. Consiste en emplear recursos mentales que están adormecidos o bloqueados, pero que al comenzar a utilizarlos se manifiestan con brillantez, estimulando una nueva forma de pensamiento integral, que incluye facultades tales como la intuición, el pensamiento metafórico, la imaginación y el pensamiento simbólico no verbal.
Analiza tus rutinas diarias (lo que haces antes de salir de casa, tus itinerarios para trasladarte de un lugar a otro, tu forma de saludar, de despedirte, de hablar por teléfono, etc.) Introduce variantes divertidas y/o emocionantes.
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